martes, 9 de abril de 2013

Pequeñas neuras

Hace poco más de un mes cumplí 26 años y aunque la mayoría crea que se me va la pinza he de decir que me entró un poco de ansiedad. Hasta ese momento formaba parte de ese grupo de jóvenes que entran dentro de la definición oficial y que, entre otras cosas, pueden aprovecharse de ventajas como las tarifas reducidas o las entradas gratis y que viven con esa despreocupación y confianza de que todo va a salir bien.
Pero ahora, es como si ese tiempo futuro con el que yo soñaba imaginándome como una mujer triunfadora fuera hoy.. y no es en absoluto como yo pensaba que sería.
Me agobia muchísimo pensar en todo lo que he estudiado,en todo lo que me he esforzado por labrarme un futuro profesional y ver que pasan los años y todo sigue igual.
Vale, si, la situación es complicada para todo el mundo, trabajar de lo que uno ha estudiado es lo más difícil del mundo hoy en día.. y trabajar de lo que sea también, lo se. Eso no hace más que añadir angustia a la angustia.
Esto no tendría que haber sido así, dios, veo que como llegue a los 30 y no tenga una vida estable con mi pareja y un trabajo que entre dentro de mis cualidades como historiadora del arte.. me dará un patatús importante. Y no es por ser exagerada, es más bien siendo realista teniendo en cuenta la experiencia de estos tres últimos años en los que el tiempo ha pasado rapidísimo y las cosas a paso de tortuga.
No puedo explicar con palabras el esfuerzo que tengo que hacer todos los días, las 24h, para mantenerme serena, espero que mi vuelta a Tarragona cambie las cosas a mejor, cruzo los dedos.





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